Odontopediatría

Odontopediatría

La odontopediatría es la rama de la odontología que se ocupa de la salud bucal de los niños, haciendo especial hincapié en la educación y prevención de las enfermedades dentales realizando los siguientes procedimientos: educación en higiene oral, aplicación de flúor y selladores bucales, tratamientos curativos si es necesario: obturaciones de pequeñas caries y en problemas más avanzados pulpotomías (eliminación parcial del nervio), pulpectomías (eliminación total del nervio), grandes reconstrucciones y en ocasiones coronas preformadas en dientes temporales y permanentes.

«…educación en higiene oral, aplicación de flúor y selladores bucales,…»

La primera visita se puede realizar cuando le salgan los primeros dientes, no es necesario esperar a detectar ninguna alteración o a que el niño tenga dolor. En esta visita no sólo se tratará de modo precoz cualquier alteración, también se puede detectar algún problema que se pueda prevenir. También es una buena ocasión para repasar consejos sobre dieta, biberones, cepillado dental, uso del flúor…Comienza así una rutina de revisiones que deberán repetirse cada 6 meses, dando al niño la oportunidad de familiarizarse con la clínica dental.


1¿Pueden tener caries los niños pequeños?

Los dientes de leche o temporales pueden sufrir caries, igual que los del adulto. Es debido a las características propia de estos dientes, una vez iniciada la caries, ésta avanza más rápidamente y afecta al tejido nervioso antes que en el adulto.

«la caries, …avanza más rápidamente y afecta al tejido nervioso antes que en el adulto.»


2¿Por qué deben tratarse las caries en los dientes de leche si se van a caer?

Los dientes de leche sirven para que tu hijo mastique bien, mantienen el espacio de los dientes permanentes, guían su erupción, permiten una buena pronunciación de las palabras. Además una sonrisa sana ayuda en el desarrollo de la autoestima.

«Si existe una infección en los dientes de leche, los dientes permanentes que se encuentran justo debajo, se pueden ver afectados,…»

Si existe una infección en los dientes de leche, los dientes permanentes que se encuentran justo debajo, se pueden ver afectados, en cuanto a forma, tamaño, camino de erupción y posición final en la arcada dentaria. Si los extraemos prematuramente se puede provocar pérdida de espacio, retraso en la erupción y por tanto maloclusión. En caso de tener que extraerlos, se colocará un mantenedor de espacio cuando sea necesario.


3¿Cómo debo cuidar la boca y los dientes de mi hijo?

Existen varias cosas que podemos hacer:

  • La lactancia materna es de vital importancia para el desarrollo de la boca
    • La succión del pecho favorece el crecimiento y desarrollo del aparato masticatorio, evita la adquisición de hábitos deformantes bucales, mejora la oclusión dental en etapas posteriores del desarrollo infantil, influye en el desarrollo del lenguaje, previene las anomalías dentomaxilofaciales y contribuye a la prevención de las caries dentales.
  • Examine y limpie los dientes de su bebé.

Debemos vigilar que el diente es de un color uniforme. Desde que erupciona el primer diente la limpieza es obligatoria: podemos limpiar los dientes con una gasita humedecida o con un cepillo de dientes para bebés después de cada comida hasta que tenga 2 años más o menos. A partir de ahí podemos empezar a usar pasta de dientes (con pequeñas cantidades de flúor) pero hasta que sea mayorcito (6-7 años) el niño no tiene la habilidad suficiente para realizar una higiene bucal eficaz, por lo que deberemos supervisar y completar esa higiene si es necesario.

«…por lo que deberemos supervisar y completar esa higiene si es necesario.»

No cubra el cepillo con pasta de dientes, el tamaño de un grano de arroz es suficiente. Los niños pequeños tienden a tragar la mayor parte de la crema dental y la ingestión de demasiada pasta de dientes puede ocasionar manchas permanentes en sus dientes. Es importante recordar que la caries no siempre aparece asociada a dulces por eso la higiene se vuelve un factor muy importante.

  • Prevenga la caries asociada al biberón.
    • No acueste al bebé con el biberón a menos que contenga solo agua, no moje el chupete en sustancias dulces para calmar al bebé, enséñele a beber en vaso o taza a partir de que cumpla un año. De este modo además de la caries evitaremos que el biberón provoque deformaciones orales, que luego precisan de ortodoncia para corregirse.
  • ¿Son malos el chupete y la succión del dedo?
      • La succión del dedo es un hábito reflejo y natural en muchos bebés durante los primeros meses de vida (¡¡incluso dentro de la barriga!!). Sin embargo si persiste se convierte en un hábito muy difícil de eliminar y alargo plazo ocasiona graves problemas en la oclusión de tu hijo.
      • Es por eso que muchas veces se recomienda el uso del chupete para evitar la succión del dedo. El chupete puede desaparecer cuando queramos, el dedo no. El chupete además tranquiliza al bebé en determinados momentos. «El chupete puede desaparecer cuando queramos, el dedo no.»
      • El uso del chupete no debe prolongarse más allá de los 18-24 meses de edad porque es a partir de ahí cuando empieza a ocasionar maloclusiones. Si el niño tiene 3 años y aun succiona el dedo o usa el chupete consulta al ortodoncista para que te asesore.

        «El uso del chupete no debe prolongarse más allá de los 18-24 meses…»

  • Dele alimentos saludables que contengan poco azúcar.
    • Frutas y vegetales en lugar de dulces y galletas. Mejor zumos recién exprimidos. Evite comidas pegajosas, dulces….entre comidas.
  • Por último, lleve a su hijo al dentista cada 6 meses.

«…lleve a su hijo al dentista cada 6 meses.»


4¿Qué actitud deben tener los padres en la clínica dental?

En la primera visita a la clínica dental los padres deben acompañar al niño y estar presentes durante la misma. En ella, el odontólogo hará sólo un examen clínico del niño y su historia clínica y explicará a los padres la posible necesidad de un tratamiento dental y en lo que consistirá éste.

«En la primera visita a la clínica dental los padres deben acompañar al niño y estar presentes durante la misma.»

Normalmente, cuando el odontólogo pide al niño que haga algo, éste busca con la mirada a sus padres en busca de aprobación y toda actitud inapropiada de éstos dificulta la respuesta del niño. Por ello, en las siguientes visitas los padres no deben pasar al área del sillón odontológico para que el odontólogo pueda establecer una relación directa con el niño sin la mediación de los padres, lo que va a facilitar las respuestas del niño en la consulta dental.

Para que el niño no se sienta abandonado y esté tranquilo es una buena estrategia que la madre deje el bolso o alguna prenda a la vista del pequeño lo que le garantiza que la madre está fuera esperándolo. Si a pesar de ello el niño llora los padres no deben inquietarse ya que es una reacción normal a lo desconocido. El odontólogo que tiene experiencia en el manejo de los niños sabrá cómo aplacar esta conducta y hacer que el niño no se asuste.

Muchos niños lloran para reclamar la presencia de los padres, por lo que no se debe caer en la trampa de entrar en el consultorio y dejar que el profesional maneje la situación. Hemos de saber que si se requiere nuestra presencia el odontólogo nos va avisar.


5¿Porqué es importante la actitud de los padres?

Parece imposible que los niños no relacionen la visita al odontólogo con el miedo, siempre intentan retrasarla con cualquier excusa. Si la primera experiencia no fue buena y ha existido un episodio de dolor el miedo aumentará. Será normal verlos llorar al llegar, esconderse detrás de la madre, no querer abrir la boca, ponerse malos antes de venir…

«…los padres tienen una gran responsabilidad en la imagen que el niño se haga de su primera visita al dentista.»

La actitud y comentarios de los padres ante las visitas al odontólogo son captadas rápidamente por los niños. Por ello los padres tienen una gran responsabilidad en la imagen que el niño se haga de su primera visita al dentista. El primer contacto con el odontólogo es muy importante para la futura actitud del niño ya que repercutirá en su comportamiento en sucesivas visitas a la consulta odontológica. Es importante hacer revisiones cada 6 meses para familiarizarse con la clínica dental.


6Lo que nunca hay que hacer

Nunca se debe amenazar al niño con llevarlo al dentista o al médico si se porta mal ya que asociará a estos profesionales con algo malo, con un castigo que no habrían tenido de portarse bien. Tampoco se debe llevar al niño a la consulta mediante engaños, ya que pensará que es algún sitio malo cuando sus padres han tenido que engañarlo para que accediera a ir.

Conviene obviar palabras como dolor, daño, etc. y no hacer comentarios del tipo “no te va a doler” que hacen al niño ponerse a la defensiva.


7Lo que es aconsejable

Los padres deben explicar al niño que el dentista va a hablar con ellos, a ver su boca, y mirar ver cuántos dientes tiene y si están sanos.

Si el niño ha sido colaborador es aconsejable reforzar su buen comportamiento con elogios y algún premio, hacerle comentarios positivos sobre el odontólogo, sobre la consulta o sobre los demás niños que esperaban en la consulta.


8¿Qué debemos saber de los traumatismos dentales en niños?

Cuando el niño tiene un traumatismo se convierte muchas veces en la primera visita al dentista. La frecuencia de estos suele aumentar cuando empiezan a andar y a realizar actividades como montar en bicicleta, patinar… Existen factores que elevan el riesgo como un perfil prominente o unos incisivos centrales salidos…

«Hay que actuar con rapidez y tranquilidad.»

Cuando un niño sufre una caída, lo primero que hay que hacer es ver si está bien, por si es necesario que lo atiendan en urgencias. Si todo está bien y hay lesión en los dientes cuanto antes se atienda mejor, y si es dentro de la primera hora mejorará el pronóstico del tratamiento. Hay que actuar con rapidez y tranquilidad.

  1. Si hay una fractura dental, conservar el trozo en leche o saliva por si se puede aprovechar.
  2. Si hay una avulsión, es decir el diente se ha salido totalmente, lavarlo sólo con agua sin frotar, sujetándolo de la corona nunca de la raíz. Guardarlo en leche o saliva (debajo de la lengua del propio niño o del adulto). En la consulta tratarán de recolocarlo en su sitio.


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